Introducción:
La sensibilidad alimentaria es el resultado de una reacción del sistema inmunológico frente a algunos alimentos. Para ello, las células inmunológicas deben estar sensibilizadas a los distintos antígenos alimentarios, provocando la liberación de mediadores inflamatorios que pueden interaccionar con el sistema nervioso periférico y central, pudiendo generar una sensibilización central y, en consecuencia, la producción del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC).
La aparición de esta sensibilidad no depende de la cantidad del alimento consumido, a diferencia de las alergias o intolerancias alimentarias. Los síntomas suelen estas asociados a la cronificación de la sensibilidad, es decir, a medida que la sensibilidad a cierto alimento aumenta los síntomas también se ven afectados de manera negativa.
En la sensibilidad alimentaria el sistema inmunológico detecta a ciertos alimentos como agentes agresores, generando reacciones donde se producen liberación de sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo. Generalmente cuando los pacientes presentan sensibilidad a ciertos alimentos tienen síntomas similares, como cefaleas, hinchazón, dolor abdominal, dolor muscular, cansancio, fatiga y piel atópica, entre otros. Estos síntomas suelen mitigarse cuando el alimento que está causando la sensibilidad es retirado de la dieta por un periodo de tiempo prolongado. Posteriormente el alimento vuelve a ser reintroducido en la dieta de forma controlada para evitar que se cronifique la sensibilidad.
Cuando se quiere relacionar la sensibilidad alimentaria con la sensibilidad central pensar en los mastocitos es un punto clave ya que estos son capaces de intervenir en las reacciones de hipersensibilidad. También incorporar conceptos como histaminosis alimentaria es fundamental cuando se quiere hacer un abordaje multidisciplinar en pacientes con SSC.
La sensibilidad alimentaria está provocada por la alteración del equilibro de los niveles de histamina presente en el organismo, ocasionando un exceso o una acumulación de histamina en los tejidos. Estos altos niveles de esta sustancia son capaces de generar un desbalance y llevar consigo una cronificación de los síntomas, como dolor general, hinchazón, síndrome del intestino irritable, calambres, flatulencias, nauseas, fatiga crónica, migrañas, etc.
Los alimentos son uno de los factores desencadenantes del Síndrome Químico Múltiple (SQM), junto con los productos químicos tipo insecticidas, perfumes y jabones; los xenobióticos y los fármacos.
Presidente: Joaquim Fernández Sola (Barcelona)
Proyectos:
- Búsqueda de biomarcadores de diagnóstico y evolución de síndrome de sensibilidad central.
Artículos científicos:
Cabrera-Chávez, F., & de la Barca, A. M. C. (2009). Bovine milk intolerance in celiac disease is related to IgA reactivity to α-and β-caseins. Nutrition, 25(6), 715-716.
Genuis, S. J., Schwalfenberg, G., Siy, A. K. J., & Rodushkin, I. (2012). Toxic element contamination of natural health products and pharmaceutical preparations. PLoS One, 7(11), e49676.
Sánchez J, Zakzuk J, Cardona R. Prediction of the Efficacy of Antihistamines in Chronic Spontaneous Urticaria Based on Initial Suppression of the Histamine-Induced Wheal. Journal of investigational allergology & clinical immunology. 2016;26(3):177.