El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), coordinado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, ha presentado su nuevo Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2016, un trabajo de revisión de 350 estudios sobre los efectos de las radiofrecuencias en nuestro cuerpo, durante el período comprendido entre Enero de 2013 y Junio de 2016. Este comité desmonta patologías como la ‘alergia’ al wifi o los problemas causados por la exposición a las radiofrecuencias emitidas por las antenas.
El documento, de casi 200 páginas, sostiene que “la mayoría de los estudios demuestra que las personas con hipersensibilidad electromagnética no son capaces de detectar cuándo están expuestas”.
“Algunos estudios atribuyen estos síntomas a condiciones psiquiátricas preexistentes así como a reacciones de estrés como resultado de la preocupación acerca de los efectos en la salud de los campos electromagnéticos, más que a la exposición en sí misma”, subraya el informe.
Según Francisco Vargas, director científico del CCARS, “las nuevas evidencias publicadas en este documento indican que no hay efectos adversos para la salud derivados de la exposición a las radiofrecuencias emitidas por las antenas de telefonía móvil o de transmisión de radio y televisión. Tampoco preocupan los sistemas inalámbricos (wifi) ni los escáneres de los aeropuertos”.
“Todos los estudios y sistemas de vigilancia de los niveles de exposición que se utilizan en nuestro país y en Europa confirman, de forma reiterada, que están cientos o miles de veces por debajo de los recomendados por la UE, la OMS, la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP) y la legislación estatal”, concluye el informe.
“Los niveles de exposición de la población a las radiofrecuencias de los dispositivos Wi-Fi, que están bien estudiados en condiciones realistas de funcionamiento, son muy inferiores a los recomendados por las agencias y comités científicos”, añade el estudio. “Las nuevas evidencias publicadas confirman que no hay efectos adversos para la salud derivados de la exposición a las radiofrecuencias emitidas por las antenas de telefonía móvil, transmisión de radio y televisión y sistemas inalámbricos (Wi-Fi) utilizados en el trabajo, la escuela o el hogar”, recalca el informe.
OPINIÓN DE LA SESSEC
Desde la SESSEC queremos manifestar nuestra profunda decepción ante este informe hecho público recientemente y nos unimos a la postura de la Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud, que ha sido la primera en denunciar el enfoque sesgado de este documento y el conflicto de intereses del CCARS en una nota de prensa titulada: “El CCARS ningunea en su informe los miles de estudios científicos que constatan los riesgos de los campos electromagnéticos en la salud“.
Desde la SESSEC, estamos básicamente de acuerdo en lo que dice esta Asociación, que ha contactado con nuestro presidente, Ceferino Maestu, para elaborar esta respuesta.
Por último, queremos compartir un informe canadiense que resume las publicaciones que mantienen una opinión contraria a la del CCARS, titulado: “References of over 200 scientific studies and six (6) reviews reporting potential harm at non-thermal (not heating) levels of radiofrequency/microwave radiation that are below Safety Code 6 (2015)”. Canadians for Safe Technology (C4ST).